Escrito por:

Rafael Ruiz C.
Secretario General del Consejo General de Relaciones Industriales y Ciencias del trabajo


Es la incansable búsqueda de estrategias para la prevención de los accidentes y enfermedades laborales es muy común hoy día encontrar como grandes empresas enfocan sus esfuerzos y estrategias hacia la “GESTIÓN DE LA SEGURIDAD DE PROCESOS” como un pilar fundamental en la Gestión del Riesgo de la organización y como pilar en el SG de Seguridad y Salud en el Trabajo.

Pero que es “GESTIÓN DE LA SEGURIDAD DE PROCESOS”, Revisamos la semántica de esta frase:

Gestión: Acción y efecto de administrar

Seguridad: Cualidad de seguro

Proceso: Conjunto de las fases sucesivas de un fenómeno natural o de una operación artificial

La gestión de la seguridad de los procesos es, entonces, la actividad administrativa que garantiza que los procesos de la empresa son seguros y no van a generar riesgos.

Este concepto o modelo de administración nace a nivel mundial, en las últimas décadas tres décadas, en las cuales se han registrado innumerables catástrofes o accidentes industriales que no solo han afectado a su población trabajadora sino que han afectado en cifras mucho más grandes a la población civil. Dos de estos accidentes llamaron la atención de todo el mundo:

El desastre de Bhopal, es tal vez el desastre industrial, más notable en la historia a nivel mundial, ocurrido el 3 de diciembre de 1984 en la india, en el cual murieron 2,500 civiles en un accidente de una empresa de productos químicos.

También encontramos en la historia, el accidente ocurrido el 25 de abril de 1986 en la planta nuclear de Chernobyl (Ucrania), generado por una serie de errores humanos no detectados, que desencadenó el peor accidente nuclear conocido en la historia. La cantidad de material radiactivo liberado fue 200 veces superior al de las explosiones de Hiroshima y Nagasaki. Alrededor de 500.000 personas fallecieron por culpa del accidente, según la Comisión Nacional de Ucrania para la Protección contra la Radiación.

Si queremos revisar lo ocurrido recientemente en nuestro entorno el 25 de enero de 2019, la ruptura de la presa de Brumadinho,  desastre que ocurrió el 25 de enero de 2019 en el municipio de Brumadinho, estado de Minas Gerais, sureste de Brasil, cuando un dique minero con aguas residuales de la mina Córrego de Feijão, propiedad de la minera Vale S.A., se derrumbó y derramó miles de metros cúbicos de agua y barro eventualmente tóxico sobre la región. Hasta el 11 de febrero de 2019, se contabilizan 165 muertos y 150 desaparecidos.

Esta semana, todos seguimos de cerca el incendio generado en las bodegas de un parque industrial cerca a Bogotá, por la explosión de una caldera que dejo varios trabajadores heridos y pedidas económicas muy grandes.

Si revisáramos estos eventos y muchos más cuya afectación puede ser menor, todos fueron generados por fallas en los procesos industriales o constructivos de estas empresas, que generaron lo que podríamos llamar un “accidente mayor”.

Un accidente mayor es aquel que da como resultado exposiciones tóxicas, incendios o explosiones, y que en última instancia, podrían dar lugar a múltiples muertes o lesiones, daños a la propiedad, pérdida de producción, daño ambiental y perdida de la integridad de la infraestructura que va mas allá de la afectación de sus propios activos.

Los incidentes mayores rara vez son el resultado de una sola causa, sino más bien por múltiples fallas que coinciden y dan como resultado colectivamente un evento excepcional con graves consecuencias. Esta interrelación entre múltiples fallas en los sistemas de control de riesgos, no es fácil de identificar, muchos de estos factores están asociados a fallas tecnológicas, estructurales o de estabilidad de los procesos.

También influyen en su generación los errores en la gestión del riesgo: Falta entendimiento de la tecnología de procesos, inadecuados u obsoletos procedimientos de operación y emergencia, incorrectos diseños de modificaciones de equipos, incompletos programas de mantenimiento, conocimiento del trabajo y capacitaciones inadecuadas, supervisión ineficiente y fallas en la cultura organizacional y liderazgo. Todos estos aspectos están asociados a la “Cultura de Seguridad” de una organización y porque no decirlo al Sistema de Gestión de SST. De hecho la Cultura en Seguridad frente a los accidentes mayores no es una garantía absoluta de que nada puede suceder, pero si es una barrera contra la omisión, las transgresión de las normas y los errores humanos que nos es otra cosa que lo que llamamos causas básicas de los accidentes.

SOLUCIÓN

Las técnicas de Gestión de la Seguridad de Procesos (PSM) son numerosas – desde la proyección o diseño de los procesos (Gestión de cambios) y selección del diseño, a través de la identificación de peligros, evaluación de consecuencias, evaluación de riesgos, auditoría de los diseños y a las acciones de pre-arranque, hasta la inspección y auditoría durante la operación.

Los modelos más conocidos de “Seguridad de Procesos” comprenden una serie de elementos que se convierten en la línea de defensa para cubrir los errores del diseño, operación y mantenimiento de los procesos y operaciones, estos elementos son:

  • Pilar de Cultura y Liderazgo: La alta gerencia de comenzar por asignar recursos, personal de seguridad dedicado y entrenado. Liderar la cultura del reporte de los incidentes y de su investigación.
  • Pilar de Requerimientos (marco regulatorio, gestión competencias del personal que opera y supervisa la operación, seguridad y desempeño de contratistas, control de cambio de personal.)
  • Pilar Diseño Seguro (Gestión del cambio, tecnología de procesos, revisión de pre-arranque de porcesos, análisis de riesgo y peligros de procesos, programa de mantenimiento, predictivo, preventivo y correctivo con indicadores permanentes de seguimiento)
  • Pilar Operación Segura (integridad operativa, control de cambio de tecnología e integridad mecánica, monitoreo permanente al desempeño de los equipos y sistemas que conforman los procesos)
  • Pilar de Planeación y Respuesta a Emergencias (PGRD Plan de gestión de riesgos de desastres)
  • Pilar de Mejoramiento Continuo (gestión de incidentes y auditorias especializadas al control del proceso.)

Con la implementación del modelo se puede mejorar la seguridad de los procesos priorizando su riesgo y focalizando la asignación de recursos para:

  • Identificar y analizar eventos reales y potenciales que puedan resultar en incidentes.
  • Examinar la probabilidad y severidad potencial de accidentes. Definir posibles escenarios de eventos y analizarlos.
  • Proveer mecanismos o metodologías simples e integradas al proceso para evaluar permanentemente los riesgos de cada proceso.
  • Evaluar el desempeño del programa con la meta de mejora continua

Estos modelos pueden ser fácilmente integrados a los Sistema de Gestión de Seguridad y Salud en el trabajo, seguramente exigirán de la organización un esfuerzo que vas a allá de los que los requisitos legales exigen, de hecho muchos de estos elementos o pilares corresponden a componentes de un SG-SST pero exigen de ellos políticas, procedimientos y responsabilidades mas allá de lo normalmente manejado. Lo cierto es que su aplicación cambiara la cultura de seguridad de la organización y la mejora continua de la misma en todos sus aspectos.

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