Escrito por:

HERNANDO CHAVARRO GUERRERO
Ingeniero Industrial Especialista en Higiene y Salud Ocupacional
Auditor Interno HSEQ
Coordinador Técnico Nacional de Interventoría de la Universidad Nacional de Colombia para las empresas por atención de la Estrategia del Servicio integral para la oferta de valor de Aliados Estratégicos de Positiva Compañía de Seguros en Promoción y Prevención.


El sistema de calidad

Las mediciones pendientes están relacionadas con factores que trasciendan el aseguramiento en el cual está claro el panorama en cuanto a coberturas, montos y condiciones tales como comisiones de aseguradores, fácilmente cuantificables y que de hecho se controlan.

Se trata más bien, de analizar de manera general y en todo el contexto a los actores involucrados en el siniestro, en el cual costos e indicadores requieren ser reconocidos con los matices propios de cada actor del sistema y las realidades significativas en términos de resultados y medición de los mismos.

Para la empresa el análisis de los costos por accidentalidad y enfermedad laboral se dividen en dos grandes grupos, costos directos o asegurados y costos indirectos o no asegurados, los costos directos son poco o nada gestionables dado que son la prima que da acceso al plan de beneficios (acceso al sistema de salud y la compensación económica por los daños causados), de la ARL establecida con base en el riesgo inherente de la actividad económica.

En la parte oculta se encuentran los costos indirectos o no asegurados y corresponden a daños en procesos y pérdidas de tiempo, adopción de medidas correctivas, ineficiencias, etc., es decir, los costos asumidos por la empresa, que, por regla general en la práctica no se valoran.

En Administración del Control de Pérdidas de 1970, por F. Bird y F. Fernández, la conclusión más importante a este respecto es que los costos de los accidentes están en la relación de 1 a 3 o 1 a 5, es decir, que los costos indirectos de los accidentes pueden ser de 3 a 5 veces más onerosos que los generados por los costos directos. Esta presentación de la relación de costos ha sido problemática ya que no se han mostrado los datos que respaldan estas estimaciones, situación que ha llevado a que este planteamiento quede en el terreno de lo anecdótico, sin aplicación práctica.

Para avanzar en estos conceptos el primer obstáculo a resolver es la cuantificación de los costos indirectos para que se pudiera posteriormente establecer, por ejemplo, mediante la tasa interna de retorno – TIR, para el plan de trabajo anual de la empresa. Está claro que el empresario requiere de datos concretos y sustentables para tomar decisiones para evidenciar la gestión efectiva.

Se han desarrollado métodos para estimar los costos indirectos, sin embargo, la dificultad que se ha encontrado es la falta de consistencia por parte de las empresas en la aplicación de un método. Por ejemplo, el modelo planteado por el INSHT, considera la siguiente agrupación de variables, cada una a su vez compuesta por subcategorías para valorar el costo del accidente:

  • Tiempos perdidos
  • Costos salariales directos y derivados de la seguridad social
  • Valoración económica de daños materiales
  • Costos salariales indirectos
  • Repercusión en el proceso productivo
  • Costos intangibles
  • Costos Generales: Daños a terceros, sanciones y multas, honorarios de profesionales, equipos y material de primeros auxilios, algunos de los aspectos que evalúan, para el ítem costos generales.

Entonces, el punto no es la falta de método sino de la aplicación consistente y constante que permita evaluar los costos indirectos para después poderlos llevar a la cuantificación como indicador en la TIR.

Para las Administradoras de Riesgos Laborales  como aseguradoras, el desempeño queda determinado por el Índice Combinado que mide el equilibrio entre primas y siniestralidad. Equilibrio que puede ser resultado de la optimización de los diferentes componentes de costo de la operación, no necesariamente de la efectividad de las estrategias y programas preventivos en Seguridad y Salud implementados en sus empresas afiliadas.

El Decreto No. 2923 de 2011 de Garantía de Calidad, establece que se debe desarrollar un sistema de información, que entre otros propósitos sirva para orientar a empresarios y trabajadores de manera objetiva en la selección de la ARL, en función de la calidad y efectividad de los servicios de promoción y prevención.

La manera de realizar esta tarea no es otra que mediante el desarrollo de métodos y modelos estandarizados con el aporte de disciplinas como la economía o estadística que midan el impacto de la inversión  de las actividades de promoción y prevención sobre accidentalidad y siniestralidad de las empresas. Un indicador de estas características tiene validez a nivel macro sobre el desempeño de la ARL dado que tiene en cuenta la inversión en promoción y prevención y los costos de siniestralidad, administrativos, etc., sin considerar la inversión y costos de la empresa.

Los modelos de diferencias en diferencias (DD) son posiblemente la especificación econométrica más utilizada para analizar el efecto o impacto de un cambio sobre un sistema, en nuestro caso la inversión en promoción y prevención sobre el costo de la siniestralidad. No obstante, es necesario realizar la búsqueda para encontrar el método que mejor valide las particularidades del funcionamiento del Sistema de Riesgos Profesionales.

Los aspectos y medición de la afectación para el trabajador, resultado de las lesiones de origen  laboral, al parecer se define y queda resuelta en el dictamen de pérdida de capacidad laboral o cierre del caso, donde se pretende haber abocado todos los aspectos, ya que para ese momento los servicios médicos en su mayoría ya han sido reconocidos por la ARL y por tanto sólo resta establecer las secuelas de la lesión con el fin de tasar los daños resultado del accidente o la enfermedad laboral, sin embargo, no se ha estudiado qué ocurre con los trabajadores una vez quedan en condición de discapacidad y cuál es el impacto económico y social para ellos y sus familias.

En 2004 la Comisión Europea publicó el Statistical analysis of socio-economic costs of accidents at work in the European Union, en el que presenta una encuesta a nivel de Europa e indaga en los trabajadores el impacto sobre el entorno familiar, social y económico en sus vidas al haber sufrido lesiones incapacitantes resultado de la actividad laboral. No es el propósito de este artículo evaluar la metodología o sus resultados, pero sí poner de manifiesto la existencia de antecedentes teóricos y prácticos para estudiar y aportar en el entendimiento del entorno del elemento más débil en el Sistema de Riesgos Laborales y la necesidad de realizar estudios de este tipo en el país.

Como conclusión, quienes estamos comprometidos con la Seguridad y Salud en el Trabajo tenemos la responsabilidad de impulsar la medición objetiva de todas las iniciativas, estrategias, productos y programas, ya que como lo postuló lord Kelvin hace ya más de 100 años: “Lo que no se define no se puede medir. Lo que no se mide, no se puede mejorar. Lo que no se mejora, se degrada… siempre”.

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