Escrito por:

Angie Baños Buitrago
Administradora Ambiental, Especialista en Gerencia en Seguridad y Salud en el Trabajo, Auditora Líder en Sistemas Integrados de Gestión, Máster en Liderazgo y Coaching Ejecutivo.
Socia Fundadora de Grupo LB Consultores HSEQ, Gerente técnica de LBAcademy – formación integral para la productividad empresarial.

Experiencia de 15 años como Asesora Técnica en Seguridad y Salud en el Trabajo, implementación de Sistemas de Gestión HSEQ, Auditorías a los Sistema integrados de gestión, capacitación y entrenamiento en SST.

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La pandemia generada por el virus SARS CoV2 – COVID 19 – ha puesto a la Seguridad y Salud en el Trabajo en un papel protagónico en el país. La importancia de la prevención ha tomado gran relevancia en las organizaciones, partiendo de los protocolos de bioseguridad, enmarcados en el ámbito legislativo, hasta las acciones de prevención que buscan más allá del cumplimiento legal, un escenario de prevención de contagio en el trabajo y la permanencia de las empresas en tiempos de pandemia.Los Sistemas de Gestión de Seguridad y Salud en el Trabajo actuales, enmarcados en la mejora continua, buscaban un primer acercamiento a la gestión integral de la Seguridad y Salud en el Trabajo, en el cual, las organizaciones no solo debían mirar hacia dentro, sino hacia todos los posibles escenarios que pudieran afectar la producción, la calidad, el ambiente, la seguridad y la salud de sus trabajadores; una mirada en la que la seguridad y la salud en el trabajo pudiera apoyar a las organizaciones a hacer frente a las amenazas identificadas en el contexto organizacional (interno y externo) y fueran actores principales en la atención de las medidas preventivas para hacer frente a las amenazas identificadas.

Protocolos de bioseguridad: Toma el control de esta situación

Identificar y comprender las necesidades y poder articular la Seguridad y Salud en el Trabajo con la producción, la calidad y el servicio, son realmente aspectos muy importantes que, sin duda, permiten no solo proteger la integridad física y mental de los trabajadores, sino también, mejorar la calidad de vida y la productividad, aspectos tan necesarios en tiempos de crisis.

Esta integración permite a las empresas reducir costos asociados al ausentismo derivados de los accidentes de trabajo y enfermedades laborales, trabajar de manera armonizada con la producción, ejerciendo un liderazgo desde la seguridad, articulado esto con los esfuerzos en políticas gubernamentales, trae sin duda resultados satisfactorios; las últimas cifras de Fasecolda muestran cómo la intervención en Seguridad y Salud en el Trabajo viene dando resultados en la disminución de los accidentes asociados a labores productivas, disminuyendo en un 22.4% la tasa de accidentalidad durante el periodo 2015-2020 (junio).

Así mismo, la tasa de mortalidad en el periodo 2015-2020 ha tenido una disminución del 26.5%, pasando del 5.9 al 4.3 por cada cien mil (100.000) trabajadores.

Los resultados alcanzados hacen parte del trabajo en materia de prevención realizada hasta el momento. La articulación de un sistema de gestión, enfocado en la mejora continua, permite establecer un compromiso de las organizaciones hacia el mejoramiento de la calidad de vida laboral y el liderazgo desde la Seguridad y Salud en el Trabajo de la alta dirección genera condiciones adecuadas para que los trabajadores puedan llevar a cabo las labores asignadas de manera segura.

De igual manera, contar con la participación de los trabajadores como agentes protagonistas en la prevención de los accidentes de trabajo, permite que los sistemas de gestión no solo mejoren continuamente, sino que también permiten, en tiempos de crisis, que las empresas encuentren apoyo en sus trabajadores para continuar.

Los Sistemas de Gestión de Seguridad y Salud en el Trabajo basados en la mejora continua y en el liderazgo de la alta gerencia, son la respuesta para proteger de manera integral a las empresas y la economía nacional en medio de la crisis.

Realizar la planeación adecuada de las acciones para potenciar las oportunidades y minimizar el impacto de los riesgos identificados, determinando su contexto, permiten a las organizaciones trazar su ruta hacia los resultados previstos en materia de producción y prevención, la Seguridad y la Salud debe ir de la mano con los cambios derivados de la crisis en las empresas; si los líderes encargados de los Sistemas de Gestión, planifican sus acciones teniendo en cuenta, no solo la parte técnica desde la prevención (que sin duda es importante), sino que también incluyen el panorama económico y social actual y futuro, las acciones conjuntas tendrán resultados satisfactorios tanto en la productividad, como en la reducción de incidentalidad.

Que las organizaciones articulen los resultados de la productividad a los sistemas de gestión de seguridad y salud en la crisis, permite que las acciones para el abordaje de los riesgos y las oportunidades se encaminen al mejoramiento continuo integral, contemplando los beneficios económicos de la prevención como una estrategia en el incremento de la productividad y la reducción de costos. Ver la seguridad y la salud como una inversión en tiempos de crisis, optimiza los rendimientos, reduce los costos asociados al ausentismo, mejora la productividad de las empresas, gestiona canales adecuados de comunicación con los trabajadores para la resolución de problemas, lo que se ve reflejado en el mejoramiento de la calidad de vida laboral, aumento de la productividad, un mejor servicio al cliente, cumplimiento de metas y una adecuada gestión en tiempos de crisis.

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